NUESTRA HISTORIA
The Border tiene sus orígenes en la plaza Leidseplein de Ámsterdam. A finales de los años ochenta del pasado siglo, Bart y Eric, amigos de juventud, trabajaban en la barra del que por entonces era el bar Le Berry. Mientras trabajaban allí, los amigos solían soñar sobre montar su propio negocio.
Llegada de los cafés de cannabis
A principios de los noventa abrían continuamente cafés de cannabis en la capital. Por aquel entonces la legislación al respecto no era tan estricta como ahora. Los amigos de juventud de Amstelveen se dieron cuenta de que en su municipio natal no había ningún bar donde también se vendiera cannabis. Los planes para montar su propio negocio iban tomando forma.
En 1992 llegó el momento. Eric y Bart pudieron comprar el bar «De Schuimkraag». Este pequeño bar se encontraba en Ámsterdam, justo en el límite con Amstelveen, en Amstelveenseweg 1160. Decidieron bautizar su negocio, cerca del parque Amsterdamse Bos, con el apropiado nombre de The Border.
Inauguración de The Border
La idea era que The Border fuera una especie de Le Berry pero en pequeño, combinándolo con la venta de cannabis. La parte de arriba se remodeló para convertirlo en un típico bar holandés al estilo de los ochenta. En el sótano se creó un ambiente tropical con mesas de billar, un petaco y un futbolín. Para responder a la demanda de porros, había un simpático vendedor con una bolsita de hierba. Así es como se hacía por entonces.
Poco a poco el vendedor fue teniendo un lugar fijo en una esquina del bar. Fue todo un éxito. Empezaron a venir muchos fumadores al The Border. Se llenó tanto, que Eric y Bart decidieron trasladar la venta de cannabis a la planta de arriba. Abajo todavía había espacio para jugar al billar, al petaco o tomar una cerveza.
El gobierno impone normativas
Mientras tanto, el mundo de la política seguía su curso. Los puntos de venta de cannabis se iban extendiendo por Ámsterdam como una mancha de aceite. En 1995 había unos 350 coffeshops en la ciudad, hoy en día en 2018 ese número se ha reducido a menos de la mitad. El gobierno empezó a desarrollar más políticas paulatinamente.
Una de las nuevas restricciones fue que en 2007 se prohibió la venta de alcohol en los cafés de hachís. The Border se había adelantado a su tiempo, ya que había tomado esa decisión en 2001. Eric y Bart querían ser todo un ejemplo. Así, se convirtió en el primer café de hachís que dejó de vender alcohol de forma voluntaria. Además, The Border fue uno de los primeros en contar con anfitriones en la entrada para atenerse estrictamente al control de acceso.
Servicio a clientes
Desde entonces, el espacio de abajo se ha cerrado para los clientes y The Border ha cambiado drásticamente su decoración, muy diferente a la de sus primeros años. Lo que sí se ha mantenido, es el servicio al cliente. Eso es algo que The Border quiere seguir manteniendo, informar lo mejor posible y atender lo más rápido posible ofreciendo un surtido variado. Todo sin olvidar el entorno: tiene que ser un sitio limpio y seguro.
En 2017 celebramos el 25 aniversario de The Border y esperamos poder cumplir otros 25 años más. Estamos a favor de que haya más regulación sobre el cannabis y una mayor normalización de nuestra empresa. A pesar de que el mundo de la política es lento y sinuoso, la cosa se ha desbordado. En The Border apreciamos cualquier iniciativa de renovación con sentido que proponga el gobierno.